Se puede poner como plato principal, como aperitivo, tapa… da igual, el caso es que tiene uno de los sabores más sabrosos de todo el pollo y sin necesidad de muchos ingredientes ni condimentos puede formar con cualquier acompañamiento de los platos más exquisitos que se pueda comer… de los de chuparse los dedos (que es lo que hace mi gente cuando las hago).
Estas alitas son más sabrosas si se comen recién fritas, ya que si se guardan se reblandece la piel y se pierde una de las "gracias" de este plato. Queda también ideal acompañar el plato con una variedad de salsas, que si no mojan las alitas seguro que si las patatas.
Ingredientes:
- alitas de pollo,
- 2 dientes de ajo,
- vino blanco,
- harina,
- aceite de oliva
- y sal.
Elaboración:
- Se dejan marinando durante 1 hora en un machacado de ajos, vino blanco, aceite de oliva y sal.
- Una vez marinadas las alitas, se pasan por harina sacudiéndolas para que no quede harina en exceso.
- Se pone a calentar abundante aceite de oliva en una sartén a 180º .
- Se van introduciendo las alitas poco a poco para no enfriar de golpe el aceite, dejando que se doren durante 5 minutos.
- Una vez doradas, se sacan de la fritura y se dejan escurrir sobre una fuente con papel de cocina para que eliminen el exceso de aceite.
- Se sirven inmediatamente y se acompañan de una ensalada o unas patatas fritas para comer como plato principal. También se pueden servir a modo de aperitivo.
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