Es hoy día poco común hacer esta masa ya que es muy cómodo comprarla ya hecha y práctico, no solo por el trabajo que tiene el hacerla, que es mucho, sino por la limpieza y rapidez teniéndola congelada en laminas ya que solo hay que extender un poco y proceder a rellenar y hornear. Es una masa riquísima que sirve para cualquier tipo de relleno, tanto dulce como salado y admite infinidad de aplicaciones en cuanto a decorado.
Al no ser su elaboración muy sencilla es normal que se requiera una o más pruebas hasta obtener un resultado totalmente óptimo. Comparto con vosotros la receta porque no siempre se dispondrá de la masa ya elaborada y dependiendo de qué circunstancia puede ser necesario echar mano a la receta original, al menos que no falten los ingredientes.
Para elaborar la masa de hojaldre, necesitaremos
- 1 kg de harina,
- 500 cl. de agua,
- 60 gr de manteca,
- 2 cucharaditas de sal y
- 800 gr de margarina o manteca (grasa).
Elaboración:
- En primer lugar, preparamos el empaste colocando la harina sobre la mesada, y haciendo un hueco al medio vamos colocando dentro la sal, el agua y los 60 gr de manteca en trozos.
- Mezclamos poco a poco con una cuchara y luego amasamos a mano sobre una superficie lisa hasta conseguir una masa ligada, suave, seca, no pegajosa y de un intermedio entre dura y blanda.
- Formamos una bola y la dejamos reposar 15 minutos en el frigorífico. Es importante en todo momento evitar manipular demasiado la masa ya que es muy delicada por contener mucha manteca, la cual podría cortarse.
- Luego de los 15 minutos, tomamos la bola de masa y la estiramos de modo que simule una estrella abierta de cuatro puntas.
- De esta manera será más fácil realizar el siguiente paso, que será colocar el resto de la manteca, margarina o lo que hayamos elegido en el centro, para luego cerrarla completamente con el fin de evitar fugas. Otra opción quizás más sencilla consta de estirar la masa de hojaldre en forma de rectángulo y esparcir la manteca por toda la superficie.
- Luego de colocar la manteca, ya sea untada sobre el rectángulo o sobre el centro de la estrella, deberemos estirar la masa hasta que llegue a un espesor de unos 8-10 milímetros. Aquí es importante tratar de evitar que la manteca se salga de la masa. Para ello es necesario no aplastar la masa, sino trabajarla suavemente, enharinando el palo de amasar y la mesa para evitar que se pegue y se rompa, pero sin colocar demasiada harina.
- Una vez hecho esto pasamos al siguiente paso, que será realizar los giros o dobleces. Se trata de una técnica por la cual se estira la masa de hojaldre y se la dobla varias veces de modo que en cada operación el número de capas se multiplique, conformando la textura del hojaldre. Existen distintos tipos de giros, vueltas o dobleces: Vuelta simple: Se estira la masa con el palo de amasar o rodillo hasta conseguir un rectángulo de aproximadamente 60x30 cm. Doblar el extremo izquierdo justo al centro de la masa y doblar encima el otro extremo, para que quede de esta manera con 3 capas. Vuelta doble: Se estira de igual forma la masa (60cm x 30cm) y se doblan los dos extremos hacia dentro, de manera que casi se toquen en el centro de la masa. Doblarla luego sobre sí misma para que dé como resultado 4 capas. Vuelta triple: Surge de la combinación de un lado simple y otro doble.
- De esta manera, aplicando dos vueltas simples y dos vueltas dobles y dejando reposar 15 minutos en el frigorífico entre vuelta y vuelta, obtendremos una masa con múltiples capas, las que podrán apreciarse luego de la cocción como una sabrosa y atractiva masa de hojaldre.
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