Este postre es facilísimo de hacer, tanto que parece tonto pero muy útil ya que si se fijan se emplea para reciclar restos de dulce. Yo lo hago normalmente cuando me ha quedado bizcocho y está bien, blandito y bueno pero conociendo a mi gente se de antemano que lo van a dejar, entonces aprovecho y hago un buen plato de trufas.
Viene bien por estos tiempos que corren aprovechar los restos de la mejor manera y más si es así de bueno el resultado. Exactamente he tardado 15 minutos en hacerlos, pero lo mejor es el resultado, ahora, eso sí, hay que tenerlos en la nevera un rato para que cuajen bien y aunque yo no les he puesto papel individual para presentar os aconsejo que lo tengáis a mano al hacerlas, quedan mucho más decorativo.
Ingredientes:
- 370 gr de bizcochos tipo “bocaditos” o similar,
- 400 gr de cacao en polvo,
- 100 gr de mantequilla,
- media copa de brandy (yo la sustituí por agua con un chorrito de brandy para que el sabor no sea demasiado fuerte)
- y fideíllos de chocolate.
Elaboración:
- Se derrite la margarina en microondas o al baño María.
- Se le incorpora los bizcochos desmenuzados, el licor y el cacao.
- Se mezcla bien hasta conseguir una masa de la consistencia de la plastilina.
- Se forman las trufas del tamaño que guste.
- Se pasa por los fideíllos de chocolate, si no se adhieren bien es mejor mojar las bolas ligeramente en brandy aunque generalmente no es necesario. También se pueden pasar por almendra caramelizada en trocitos, por cacao en polvo o incluso por bolitas de colores pero en este caso mejor no mojar en licor porque estas pierden su color quedando blancas.
- Se colocan en una bandeja tal cual o en papeles individuales.
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