Esta receta tiene su origen en Jaén donde la llaman "Patatas en adobillo".
Me ha hecho gracia ver la receta por Internet con ese nombre y conforme la veía e iba leyendo me daba cuenta que son las patatas al ajillo que se hacen aquí de siempre, así que indagando un poco he comprobado que su origen está en Jaén, concretamente en Andújar, pero en Granada se le llamó como se llama aquí a todo lo que lleva ese aliño "al ajillo".
Cuando las probeis vereis porque una receta tan sencilla se extiende tanto a todos los rincones del mundo, es una delicia comer estas patatas, al menos para los que nos gusta tanto el aliño que lleva.
Este es un aliño delicado hasta que encuentras la proporción adecuada a tu gusto, yo os paso las cantidades que yo le pongo pero podréis jugar con la cantidad de picante o vinagre hasta adaptarla a vuestro paladar.
Patatas al ajillo
Ingrediente:
- 2 dientes de ajo,
- 2 patatas,
- 1 cucharadita de pimentón dulce o picante, al gusto,
- 1 pizca de cominos en grano,
- 1 cucharadita de orégano,
- 1 cucharada de vinagre para 3 de agua,
- Aceite de oliva virgen extra,
- sal.
Elaboración:
En la sartén con aceite se fríen los ajos cortados en láminas y cuando estén dorados se apartan al mortero.
Se fríen las patatas en gajos grandes o rodajas gruesas hasta que estén doradas.
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