Roscos fritos

Este dulce ha sido siempre el que mejor se le ha dado a mi madre así que se hacía por navidad y sobre todo por semana santa.

La característica más importante es que al no tener leche tardan más en endurecer y están exquisitos.

• 6 huevos,
• 200 gr de azúcar,
• Un vaso de aceite de oliva frito y frío (200 cc), 
• La ralladura de un limón, 
• El zumo de una naranja (si es pequeña de dos), 
• Medio vaso de agua, 
• Una copita pequeña de anís o matalahúva,
• 1 sobre de levadura Royal,
• Un sobre de gasificante “el Tigre”. 
• Harina la que se lleve para que quede una masa consistente que permita coger trozos pero que no esté demasiado seca (casi 1 kg), 
• Aceite de oliva abundante para freírlas. 

Rebozado:

• Licor de anis,
• Agua,
• Azucar,
• Canela.

  

Se ponen los huevos en un bol, se baten y se añade el agua, el aceite ya frío, el anís, el zumo de naranja y la ralladura del limón y mezclarlos bien. 

Se añade el azúcar, el gasificante y moverla bien hasta que se vea que se ha deshecho. 

Se pone la levadura y se le va añadiendo poco a poco el harina hasta que se vea que la masa queda consistente para poder hacer la forma de los roscos, que no quede muy seca y dura, su punto está en que mojándose las manos en aceite para formar los roscos cueste un poco hacerlos porque se escurren un poco. Un consejo de las monjas es que con estas cantidades se trabaje la masa con las manos al menos por 20 minutos y se note que se despega de las manos y del bol.

Se forman los roscos con las manos mojadas en aceite y se fríen en abundante aceite. 

Sacarlas y dejar que se escurran sobre papel de cocina. 

En un cazo se pone el anís y el doble de agua y se hierve para homogeneizar la mezcla. Se deja enfriar y se van mojando y dejando escurrir en rejilla. 

En un plato se pone azúcar para rebozar con un poco de canela y se mezcla bien.

Se reboza en el azúcar con canela y se ponen en la fuente.